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Jamie Woods es de Blenheim, una pequeña ciudad de Nueva Zelanda. Él es uno de los muchos seguidores de Metallica que organizó una campaña para que la banda tocase en Christchurch . En poco tiempo, el perfil de Facebook que rezaba “Bring Metallica To Christchurch” fue aglutinando más y más seguidores. Sólo el primer día el perfil tenía 11,285followers.
Hace tres semanas, Metallica confirmó en su web oficial que estarían tocando en Christchurch el próximo 22 de septiembre. Tras el anunciamiento, las entradas se agotaron en menos de 30 minutos y Jamie Woods, al que tanto trabajo le había costado traer a la banda a la ciudad, se quedó sin su boleto.
Días después, Woods recibió una llamada de Q Prime, la agencia de management de Metallica. La chica que le atendió le informó de que tenía dos entradas gratis para ver a la banda en su concierto de Christchurch y que, además, Hetfield y compañía querían conocerle en persona.
Más allá del final feliz de la historia, es impresionante lo que una red social como Facebook ha logrado conseguir. Haber intentado realizar una campaña así con tanto éxito y sin Internet habría sido infinitamente más caro y, por tanto, más arriesgado. Pero bueno, ¡qué vamos a decir a estas alturas del poder de la red!
Vía: CucharaSónica
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